La serie turca El sastre («Terzi»), en Netflix desde el 2 de mayo

La serie El sastre, estrenada el 2 de mayo de 2023 en Netflix, consta de 7 episodios, aunque en el trailer que aparece al final se deja ver que habrá una segunda temporada. Afortunadamente, porque el final es totalmente abrupto y quedan un montón de incógnitas por resolver.

¡Atención: spoilers!

Argumento de la serie «El Sastre»

Como toda buena serie turca que se precie, El sastre está plagada de misterios, secretos del pasado y dramas familiares. El punto de arranque de la historia es cuando confluyen una serie de acontecimientos que constituyen un “plot twist” en la vida de los personajes.

La trama no se nos cuenta en orden cronológico. Esto quiere decir que vamos entendiendo más del pasado de los personajes a través de diversos flashbacks y lo que se nos muestra en sus recuerdos. Al principio solo tenemos claro que el sastre Peyami es el encargado de confeccionar los diseños para la boda de su mejor amigo Dimitri. Dimitri por su parte maltrata a su novia sin pena ni gloria, pero todos miran hacia otro lado. Por eso a Esvet no le queda más remedio que poner tierra de por medio y se planta en casa de Peyami con una identidad falsa, haciéndose pasar por la nueva cuidadora de Mustafá, el padre de Peyami, que tiene un retraso mental.

El protagonista: Peyami, interpretado por el actor Çağatay Ulusoy

El protagonista de la serie es Peyami, que como el título de la serie indica, es un sastre que vive en Estambul. Parece ser que en Turquía no debe haber diferencia entre ser diseñador de moda o sastre, ya que por lo que podemos ver en la serie Peyami no se dedica únicamente al “corte y confección”. Hace sus propios diseños y al principio se ve que ha organizado un desfile de modelos con su colección.

Peyami tiene un secreto de la niñez que solo conocen unas pocas personas: su padre, Mustafá, es un hombre con un retraso mental severo. Al principio vive en un lugar remoto de Turquía (Kars), pero con la muerte de su padre (el abuelo de Peyami), la abuela de Peyami decide trasladarse con él a casa de Peyami en Estambul.

A Peyami le va bien en Estambul. Su casa no es una casa cualquiera, es una mansión, y dirige una empresa de éxito. Pero reniega de su pasado. El retraso mental de su padre es un secreto que solo conocen unos pocos. Para el resto del mundo, su padre falleció cuando él era un niño.

Un punto interesante y bastante poco común en este tipo de seriales es que Peyami sufre de ataques de pánico. No es una cuestión que se plantee verbalmente durante la serie. En ningún momento se hace mención del concepto “ansiedad” ni nada parecido. Pero los ataques de pánico son muy realistas. Eso sí, la duración es bastante escasa, y cuando se le pasan se queda tan fresco como una lechuga. Ya nos gustaría que fuesen así en la vida real, pero en fin, no lo hace mal.

El mejor amigo: Dimitri, interpretado por el altor Salih Bademci

Según parece, Dimitri y Peyami son “best friends forever” desde que se conocieron de niños en un internado. Cómo ha evolucionado su amistad desde niños y han acabado siendo socios del negocio en Estambul, no se nos llega a explicar. Pero Peyami y Dimitri son como el Ying y el Yang. Mientras el primero tiene modales de caballero a la antigua usanza, el segundo es un mamarracho nivel pro.

Dimitri maltrata a su prometida Esvet, como queda de manifiesto al principio, pero además también trata a la baqueta a sus padres, tíos y al mundo en general. Probablemente los psicólogos le etiquetarían dentro de una categoría tipo psicópata narcisista. Pero lo curioso del caso es que, por motivos de ficción dramática, los demás personajes no reaccionan ante sus ataques de risa sardónica, sus arranques de mala leche y su tontería subida en general. Algunos, como los padres de Esvet, porque su futuro económico depende de la boda con semejante energúmento. Otros, como sus propios padres, porque es su único hijo, su heredero y todas esas cosas.

Para representar que los demás quedan “congelados” cuando a Dimitri le da un arrebato, todos se quedan callados mirando al horizonte con cara de circunstancias, o como mucho le responden humildemente. Solo en un par de ocasiones su padre le pone en su sitio dando un golpe en la mesa o incluso arreándole un tortazo, pero cuando el chaval lleva ya más de diez minutos de pataleta. Y no estamos hablando de un adolescente en plena efervescencia hormonal, no. Es un señor hecho y derecho, que literalmente peina canas (hacia atrás y perpetuamente engominadas, para más señas).

Hay una serie de puntos de climax en la serie donde se nos muestra la cara más oscura de Dimitri: el momento de la primera aparición de Evet, que está metida en un arcón donde él la ha encerrado; un recuerdo de Peyami de la niñez, cuando Dimitri se lleva al potro recién nacido (y supuestamente le deja morir en algún rincón) porque a él “nadie le quita lo que es suyo”; y el momento estelar en que se pone de pie en la mesa del despacho de su padre y se mea encima de su silla. ¿Y los demás siguen aguantándole la tontería? Pues sí. Como si tal cosa.

La prometida de Dimitri: Esvet / Faruze, interpretada por la actriz Şifanur Gül

El primer momento en que aparece Esvet, está encerrada en un baúl y en situación de auténtico pánico ante su maltratador, su prometido Dimitri. Que por cierto, también es su primo, porque las madres de ambos son hermanas. Aunque, como no podía faltar en este tipo de historias, resulta que la madre de Esvet no es su madre biológica, ya que a Esvet la adoptaron en un orfanato griego cuando ella tenía más o menos unos diez años.

Esto de que el orfanato fuese griego parece ser importante, pues toda la familia tiene raíces griegas. Esvet habla con su madre adoptiva en griego (de hecho, yo al principio pensaba que había fallado la sincronización en el doblaje de la serie), se saludan unos a otros en griego y sí, el idioma que hablan en los flashbacks de Esvet sobre el orfanato también es el griego. Pero, al menos en la primera temporada de la serie, no se hace ninguna mención particular al hecho. Simplemente parecen tener raíces griegas.

Por otro lado, resulta ser que quienes dejaron a Esvet en el orfanato cuando era un bebé fueron los padres de Dimitri, pero no se sabe por qué. Por lo tanto, Esvet pasa de ser la prima de Dimitri a no compartir genes porque es adoptada y luego a ser en realidad ¿su hermana? ¿Perdona? Esto tampoco queda aclarado en la primera temporada, solo que por alguna razón Esvet es la heredera de la mitad del patrimonio de la familia de Dimitri y que el único recuerdo que tiene de su madre biológica es una pulsera. Esta pulsera la deja junto al bebé la madre de Dimitri cuando la entrega al orfanato. Bueno, entregarla es un decir, porque en realidad, en una oscura noche de tormenta la dejan en un cestillo a la puerta del orfanato, llaman al timbre y se va corriendo, al más puro estilo de “Oliver Twist”.

Lo extraño del caso es que, años después, cuando ella es una niña de unos 8-10 años, llegan al orfanato Faruk e Irini y supuestamente por pura casualidad la adoptan a ella. No parece que ellos sepan quién es ella en realidad. Si no, no se molestarían en casarla con alguien para ganar fortuna, ya la sabrían que esa fortuna la tienen simplemente por ser sus padres adoptivos. En una escena se deja entrever que la razón de haberla adoptado es para ayudar a cuidar a su hijo biológico, que está postrado en la cama, pero no se dan más explicaciones. Qué casualidad que, de todas las huérfanas allí presentes, van a dar justamente con la heredera secreta.

Es cierto que Esvet es una chica que sufre mucho. Aunque intenta confesarle a su madre que Dimitri la maltrata, esta no quiere saber nada del tema, porque si Esvet no se casa con él, a su marido no le darán trabajo en la empresa de su cuñado.

Además, Esvet es natural de Ankara y cuando se escapa de las garras de Dimitri está en Estambul y no conoce a nadie. Como ha escuchado por casualidad que la familia de Peyami necesita una cuidadora para Mustafá, se planta allí haciéndose pasar por una cuidadora llamada Faruzé.

O sea, que Esvet tampoco tiene muchas opciones, pero llega como una bomba a la vida de Peyami a “dar por saco”. Cuando él le dice que no pierda de vista ni un momento a Mustafá, ella se va al piso de abajo a espiar la conversación con la familia de Dimitri, Mustafá se escapa y luego pasa lo que pasa. Cuando él le dice que va a salir y que llegará tarde, ella ni corta ni perezosa se esconde en la furgoneta y se planta en el restaurante donde es el concierto preguntando por él como si tal cosa. Cuando él le dice que va a tocar de incógnito en una banda y que le espere en el coche, ella se lo pasa por el Arco del Triunfo y se queda allí mirando embelesadísima. Vale que está muy estresada por todo lo que se le viene encima, pero Esvet, chica, córtate un poco.

El padre de Peyami: Mustafá, interpretado por el actor Olgun Şimşek

A mí al menos no me queda muy claro si Mustafá es el verdadero padre de Peyami. Aparecen fotos de su boda con una mujer llamada Kiraz, la madre de Peyami, que entregó su custodia al abuelo del niño y luego desapareció de su vida.

Pero Peyami también está en conversaciones con un hombre misterioso que aparece en la foto de la boda de sus padres. Por alguna razón este señor sabe del paradero de Kiraz, y Peyami intenta acercarse a él bajo identidad falsa. Pero chasco, porque aunque él crea que el otro no sabe quién es, resulta que sí lo sabe, y su propia madre también.

No queda claro si el verdadero padre de Peyami es este señor barbudo y Kiraz se casó con Mustafá por aquello de la vergüenza de estar embarazada. O quizás fuese una boda de estas apañada a la antigua usanza (aunque no se da explicación sobre por qué una familia iba a entregar a su hija a casarse con alguien como Mustafá).

La opción más viable parece ser que según las ideas tradicionales de la abuela de Peyami, la cuidadora de Mustafá tuvo que casarse con él para evitar “habladurías”. Una línea de pensamiento un poco extraña de entender, pero supongo que tiene que ver con cosas de la cultura turca antigua.

De hecho, Esvet también se casa en secreto con Mustafá, precisamente para evitar este tipo de problemas. Es probable que, al casarse bajo nombre falso con el nombre de Faruze, más adelante en la segunda temporada aparecerá alguna manera de anular ese matrimonio después de muchos dimes y diretes. Ya sabéis cómo van estas cosas de las novelas…

Otros personajes: la familia

Dentro de este apartado incluyo a los padres de Dimitri (Ari y Lia), los padres de Esvet (Irini y Faruk) y por supuesto a la abuela “cotilla” de Peyami, Sülün. Aunque Dimitri llama “tía” a Sülün, no parece que entre las familias haya lazos de sangre. Debe de ser una costumbre turca llamar tío y tía a los familiares de los amigos.

Por su parte, la abuela siempre está ojo avizor con todo lo que pasa en sus alrededores. Para ella, su hijo Mustafá representa un gran problema del que no se puede encargar sola. Puesto que es la matriarca de la familia, a su nieto Peyami lo tiene al hilo con lo que hay que hacer y deshacer en casa.

Los padres de Esvet, por su parte, se comportan cual lacayos ante los padres de Dimitri. La madre de Esvet y la de Dimitri son hermanas, por lo que sus maridos son cuñados entre ellos. Y al parecer hay una diferencia considerable entre clases sociales. Quizás porque la madre de Dimitri fue la que dio el braguetazo al casarse con su marido Ari, mientras que la de Esvet parece que se casó con un señor más asentado en la mediocridad.

Su única baza para ascender en la escala social es la boda de su hija Esvet con su sobrino Dimitri. No importa si Esvet intenta explicarle a su madre cómo está la cosa en realidad. En algún momento el padre se preocupa un poco más por el bienestar de su hija, pero tampoco es que se lo curre mucho.

En cuanto a los padres de Dimitri, ¿qué decir? Parece que tienen asumido que su hijo es la cruz que les ha tocado en la vida, así que no pasan de elevar la vista al cielo con cara de impotencia cada vez que a Dimitri se le va la olla.

En un par de ocasiones, el padre intenta ponerse en su sitio ya casi por aburrimiento, porque si no Dimitri tiene cuerda para rato. Por lo demás, a última hora les da todo igual excepto una cosa: Dimitri tiene que casarse con Esvet sí o sí, para que el patrimonio que está en poder de ella vuelva a la familia.

Momentos estelares de la serie

: : La escena en que Esvet corre por todo el centro de Estambul perseguida por Dimitri y sus dos matones, hacen la maratón por calles empinadas que podrían ser de Karakoy y se meten en un cine saltando prácticamente entre las butacas. En toda esta escena, no aparece ningún agente de la autoridad con ánimo de llevárselos al “cuartelillo”, ni ningún empleado del cine furibundo para echarles a la calle, ni siquiera un transeúnte que se interese por el bienestar de la chica. Esperemos que esto sea ficción dramática y no cómo son las cosas realmente allí.

:: Las caras de sádico de Dimitri, carcajeándose con los dientes apretados (A veces ni Jack Nicholson supera eso). Esta no es una escena, sino varias (muchas) a lo largo de los capítulos, y la apoteosis llega cuando se encarama al escritorio de su padre y se mea literalmente encima. Y todo esto mientras se carcajea a mandíbula batiente, al estilo del Conde Draco contando rayos en Barrio Sésamo.

:: El momento-pillada en que Dimitri y Peyami están en el jardín y aparece Mustafá gritando “¡Papá Peyami!”. Máxima tensión palpable en el ambiente, pero Peyami se limita a poner cara de pez mirando al horizonte y no dice NA-DA cuando Dimitri le pregunta alucinando como veinte veces “¿Pero este quién es?”.

:: La escena donde Peyami toca el instrumento que era de su abuelo bajo una identidad falsa en la banda del hombre que conoce a su madre. Aunque él no lo sabe, su madre está allí mirándole y sabe quién es él. Y aunque él tampoco lo sabe, el hombre de la barba también sabe quién es él en realidad.

Un final abierto (¡alerta: gran spoiler!)

No solamente queda abierto el final en cuanto a los últimos cinco minutos. Se nos dejan muchas dudas sin resolver: ¿quién es en realidad Esvet y por qué posee la mitad del patrimonio de la familia de Dimitri? ¿para qué la dejaron los padres de Dimitri en el orfanato cuando era un bebé, si luego quieren recuperar su parte del patrimonio? ¿no sería más fácil haberla criado ellos por su dinero y ya está? Probablemente haya alguna razón de honor detrás de todo esto.

Obviamente, la duda más urgente es si Peyami se muere o no. Pero como a continuación aparece el trailer de la segunda temporada, inmediatamente ya sabemos que no, porque se ven escenas en que sale él. Lo que no se sabe todavía es cuándo se estrenará esta segunda temporada. Da la impresión de que esto podría convertirse en el típico “culebrón” interminable. ¡Paciencia y a esperar!